Los complementos del adjetivo

Los adjetivos forman grupos sintácticos denominados grupos adjetivales. Los elementos que inciden sobre el adjetivo para formarlos se suelen dividir en dos clases: modificadores y complementos. Los primeros son generalmente cuantificadores de grado y otros adverbios que se les asimilan. Tales elementos intensificadores determinan la medida o el alcance que se atribuye a la propiedad denotada por el adjetivo. Ocupan casi siempre la posición inicial del grupo adjetival: muy ingenuo, poco confiable, demasiado astuto, sumamente ingenuo, asombrosamente sagaz. El adverbio bien es un cuantificador de grado, cercano a muy o bastante, como en El programa de hoy es {bien ~ muy ~ bastante} interesante, pero de carácter enfático y restringido a contextos afirmativos: La diferencia no es {muy ~ *bien} clara. Menos frecuentes son los modificadores pospuestos: simpático de veras, travieso en extremo, asombroso al máximo, divertido hasta decir basta. Los modificadores del adjetivo pueden ser construcciones comparativas de estructura sintáctica compleja, como en casi tan difícil como ciertas operaciones algebraicas, en algunas de las cuales el cuantificador puede quedar implícito: duro como una roca. 

Se asimilan a los intensificadores algunos adverbios en -mente que ocupan su lugar. Se distinguen aquí dos grupos, en correspondencia con la diferencia que existe entre muy y mucho. Al primero pertenecen los adverbios que se combinan con adjetivos en grado positivo. Tales adjetivos expresan una medida, alta o baja, en alguna escala valorativa (altamente probable, discretamente efectivo, medianamente entretenido, suficientemente seguro, sumamente beneficioso, tremendamente difícil). Pertenecen a este grupo de forma característica los adverbios que denotan totalidad o completitud: absolutamente discreto, definitivamente resuelto, plenamente satisfecho, rematadamente inepto, totalmente lleno. Los del segundo grupo pueden ir seguidos con mayor facilidad por los grupos adjetivales comparativos. En esas construcciones se aproximan en su sintaxis al adverbio mucho (mucho más alto~*mucho alto). Se forman así grupos adjetivales como incomparablemente más joven, progresivamente más pequeño, proporcionalmente más largo, sensiblemente más práctico o sustancialmente mejor. 

A diferencia de los adverbios considerados hasta aquí, no modifican únicamente a adjetivos graduables los llamados adverbios de punto de vista: expresiones políticamente correctas, países lingüísticamente heterogéneos. Tampoco modifican necesariamente a adjetivos graduables los adverbios de modalidad, en cuanto que la afirmación que aportan puede extenderse al enunciado en su conjunto: funcionarios indudablemente preparados, calles lamentablemente demasiado estrechas. De igual modo, no modifican solo a este tipo de adjetivos los adverbios de foco: un riesgo específicamente económico, razones meramente administrativas, medidas solo aplicables en caso de extrema necesidad. En este último ejemplo se focaliza el grupo preposicional que sigue al adjetivo.

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