Complementos de régimen de sustantivos

Muchos sustantivos derivados de verbos con complemento de régimen mantienen este complemento, y aun la preposición que lo introduce: {oler ~ olor} a rosas; confiar~confianza en la gente; aspirar~aspiración} a un futuro mejor; {salir ~ salida} de la ciudad. No es infrecuente, sin embargo, que el sustantivo derivado rechace el régimen del verbo (Me amenazó con dispararme, pero *su amenaza con dispararme) o que admita otras preposiciones, como en su interés {por~en~hacia ~ en relación con} ello, frente a interesarse {por ~ en} ello, que muestra una marcada tendencia a rechazar las otras dos variantes. Admiten también complementos de régimen sustantivos no derivados de verbos, como en monumento a la Constitución. 

Los complementos de los sustantivos no siempre son complementos de régimen. Lo es el segmento subrayado en la salida de la ciudad, heredado del verbo salir, donde la preposición de denota ‘lugar de procedencia’. No lo son, en cambio, los que se subrayan en la cría del ganado o tu promesa de llevarme al cine. La preposición carece propiamente de significado en estos casos y no es heredada de la base verbal (*criar del ganado, *prometer de llevar al cine). Estos complementos, tradicionalmente llamados complementos de genitivo objetivo (o, de forma abreviada, complementos objetivos), expresan en el grupo nominal el contenido del complemento directo del verbo correspondiente (leer el libro > la lectura del libro). Tampoco se consideran complementos de régimen los genitivos subjetivos, introducidos asimismo por de, que son paralelos a los sujetos de los verbos correspondientes (la rebelión de las masas, la caída de los precios, la salida del barco). Los genitivos subjetivos y objetivos alternan con los posesivos, mientras que los complementos de régimen no los admiten. Así, su salida puede corresponder a la salida del barco, pero no a la salida de la ciudad

Los grupos sintácticos introducidos por la preposición a característicos de la función de complemento indirecto son heredados con frecuencia por los sustantivos deverbales (la petición al juez; el robo del dinero a los pensionistas; su respuesta a la prensa). Aunque la cuestión es polémica, estos complementos argumentales, que designan el destinatario de alguna acción, se suelen interpretar como una variante de los complementos de régimen. La preposición a puede introducir también complementos que corresponden al paciente (el objeto directo del verbo del que se derivan), a menudo en alternancia con de, como en el asalto {al ~ del} castillo; el veto {a~de} la propuesta; la solución {al~del} problema. Repárese en que se rechaza *asaltar al castillo, *vetar a la propuesta. Si el complemento directo denota una persona o un animal, la preposición que suele elegirse es a: respeto a los demás, su odio a todo el mundo, visitas al dentista, protección al consumidor. Rechazan, no obstante, esta preposición muchos sustantivos derivados de verbos que manifiestan cambios en la situación o en la naturaleza del objeto, como en el asesinato {de ~ *a} un policía; el despido {de ~ *a} un centenar de trabajadores; el secuestro {del ~ *al} industrial

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