Diferencias semánticas y sintácticas entre relativas especificativas y explicativas

Las relativas especificativas son modificadores que precisan la denotación del grupo nominal del que forman parte, mientras que las explicativas son modificadores que se agregan a modo de incisos y son menos dependientes de su antecedente que las primeras. Como consecuencia de ello, se pueden omitir a menudo sin que resulten afectadas las condiciones de verdad del resto del enunciado. Así, si es verdadero el enunciado Ayer solo salió un tren, que transportaba mineral, también lo será Ayer solo salió un tren. En cambio, la supresión de la relativa especificativa en la oración Ayer solo salió un tren que transportaba mineral altera las condiciones de verdad del enunciado, ya que este es compatible con una situación en la que se haya producido en la misma fecha la salida de otros trenes, siempre que no transportaran mineral. 

A la vista del distinto nivel de incidencia de los dos tipos de relativas, se suelen diferenciar los antecedentes de unas y otras: en el caso de las explicativas, el antecedente está constituido por todo el grupo nominal precedente, mientras que el de las especificativas incluye el núcleo y sus complementos, pero no los determinantes y los cuantificadores. La relativa restrictiva queda, pues, bajo el ámbito de los cuantificadores numerales, mientras que la explicativa queda fuera de él. Esta diferencia sintáctica tiene consecuencias semánticas. En efecto, cuando se dice Al acto asistieron cuatro embajadores que representaban a los países de la Unión Europea, no se está afirmando que el número de embajadores presentes en el acto fuera cuatro, sino que ese número corresponde al de los que representaban a la Unión Europea. Por el contrario, con una subordinada explicativa, Al acto asistieron cuatro embajadores, que representaban a los países de la Unión Europea, se indicaría que fueron solo cuatro los embajadores presentes en el acto, a lo que se añade que todos ellos pertenecían a los países de la Unión Europea. 

Las oraciones especificativas son incompatibles con los pronombres personales (*ella que tiene 23 años) y con los nombres propios (*Mónica que tiene 23 años), puesto que ambas unidades coinciden en designar de manera unívoca entidades individuales. No son excepciones secuencias como Tú que estás ahí, como se vio en Características prosódicas. Los nombres propios construidos con artículo se asimilan a los comunes, como se vio en Características gramaticales de los nombres propios, por lo que es esperable que admitan las relativas especificativas: el Octavio Paz que más me gusta, una Isabel que sorprendió a todos, la Argentina que ganó la copa del mundo de fútbol en 1978. En el español europeo y en el de algunos países americanos las relativas especificativas son incompatibles con los posesivos prenominales: *su prima que vive en Buenos Aires (frente a su prima, que vive en Buenos Aires, con explicativa). Véase también, en relación con esta construcción, Posesivos prenominales

Solo las relativas explicativas admiten antecedentes oracionales. Estas oraciones incorporan el contenido de la oración principal para convertirlo en argumento o adjunto de la subordinada. Los relativos que introducen esta subclase de relativas son el pronombre que, los pronombres complejos lo cual y lo que, así como el adverbio relativo como: 

Doña Matilde disparó sobre mí una descarga cerrada de preguntas acerca de las particularidades de mi viaje y de las tierras que había visto, a lo que yo contesté […] (Fernández Lizardi, Quijotita); Me lo agradecía de antemano, dándome unos besos pegajosos, lo cual me ahogaba de asco y de sorpresa (Mujica Lainez, Escarabajo); La novia tuvo que prescindir de algunas cosas, que fue lo que creó cierto desasosiego entre los invitados de la vieja guardia y rabia casi explícita en mamá Inés (Moreno Durán, Diana). 

Las relativas especificativas y explicativas se diferencian en su comportamiento con los relativos complejos formados con que y cual (Relativos simples y complejos) y con los pronombres quien y quienes. Como se explicó en la introducción a Alternancia de que y cual en los relativos complejos, las relativas especificativas admiten estos relativos solo si están precedidos de preposición, como en el abogado con quien trabaja, la pared contra la cual chocó, la reunión de la que te hablé, pero los rechazan cuando aparecen sin ella. Las explicativas pueden formarse, en cambio, con los relativos cual y quien sin preposición: La soledad y el silencio de aquel sitio aumentaron la zozobra que se había apoderado de Nata, quien llegó a hacer dúo a la paloma con un lamento ahogado (Acevedo, Nativa); Fundó en 1954 la religión conocida con el nombre de Church of Scientology (Iglesia de la Ciencia), la cual, a pesar de ser muy controvertida, en pocos años se convirtió en un negocio multimillonario (Tiempo [Col.] 2/1/1990). 

Las relativas especificativas pueden construirse con el verbo en infinitivo, como en Busco una persona en la {que ~ cual} confiar, o en subjuntivo, como en Hace tiempo que no veo una película que me guste de verdad (se subraya en ambos casos el elemento externo a la oración que induce la presencia del subjuntivo o el infinitivo). Al constituir incisos oracionales, las explicativas quedan fuera del ámbito de tales inductores y se construyen en indicativo, a menos que el inductor del subjuntivo sea interno a la oración de relativo, como ocurre en Bien lo comprenderá cuando le pasen las tristezas, que ojalá sea pronto (Galdós, Fortunata), o en Solo podía oponerle mi afán por comprender, participando a la cabeza neutral, casi siempre ausente, del muchacho Seoane, que tal vez fuera mi hijo (Onetti, Viento). Cabe añadir las fórmulas modales desiderativas, que se forman con subjuntivo no inducido ni seleccionado por otra expresión: Este, mi señor don Merlín, que Dios guarde y San Jorge, es mi mandado (Cunqueiro, Merlín). 

En México y varios países centroamericanos se usa mismo que con el sentido de el cual en las relativas explicativas, como en Llegaron a su casa y le encontraron cierta cantidad de droga, misma que utilizaba para vender a expendios pequeños. Esta construcción no se considera recomendable en la expresión cuidada. 

En los registros formales se antepone a veces el atributo de las relativas explicativas, como el que se subraya en predicó un famosísimo orador en las exequias de don Antonio Campillo, párroco que fue de cierta iglesia (Isla, Fray Gerundio). El sustantivo antepuesto carece de determinante (*el párroco que fue...) y el verbo de la subordinada presenta marcas gramaticales de aspecto perfectivo. Menores restricciones sintácticas presentan los grupos nominales apositivos, como en Rosendo Peláez, médico forense que vivió muchos años en Badajoz, o las construcciones de sentido causal: El muchachito se retorcía, pequeño como era, como una víbora (Rulfo, Pedro Páramo). 

La lengua tiende a rechazar la acumulación de relativas especificativas no coordinadas referidas a un mismo antecedente, como en *el libro que leí que me encantó. Esta disposición resulta menos forzada si las relativas son explicativas: Aquel libro, que parecía insignificante, que casi nadie había leído, iba a cambiar mi vida Son características de las narraciones las llamadas explicativas de sucesión. En estas oraciones se aporta información que completa la presentación de hechos, situaciones o propiedades, con frecuencia conectados por locuciones como a su vez, por su parte o en n, como en El dinero ganado —de buena o mala manera— por cada miembro debía ser íntegramente cedido a la comunidad, la que, a su vez, lo redistribuía a partes iguales luego de atender los gastos comunes (Vargas Llosa, Tía). Estas oraciones se ajustan en lo fundamental al patrón de las enumeraciones, lo que permite a menudo conmutar el relativo por un demostrativo precedido de la conjunción copulativa (... y esta, a su vez, lo redistribuía...), e incluso acentuar su independencia fónica, como en los textos que siguen: 

Comenzaron a sonar los primeros acordes del Danubio azul. El cual se diluyó a poco andar, como una locomotora que se hubiera quedado repentinamente sin fuerzas (Collyer, Habitante); Entretanto la Regenta era la de Ozores. La cual siempre había sido hija de confesión de don Cayetano, ... (Clarín, Regenta). 

Estas construcciones se ubican en la frontera entre las oraciones subordinadas y las independientes. Aun así, conservan ciertas características de la subordinación relativa: la dependencia léxica de un antecedente, la colocación del elemento relativo al frente de la construcción y el funcionamiento de este como argumento o adjunto de la subordinada. 

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